Tal vez muchos la recuerdan como la Rachel de Friends, un poco pija y con ese rollo “ni contigo ni sin ti” con Ross y seguro que casi todos la tenéis como “la nueva Meg Ryan”, con un número creciente de comedias románticas a sus espaldas. Hoy les traigo la remodelación de la casa de Jennifer Aniston, en la que ha empleado nada menos que dos años (ya se sabe, una vez llegan los albañiles a tu casa, nunca se sabe cuándo se van a ir).
Como en otras ocasiones, nos encontramos con una mansión con su piscina, su jardín y todos los complementos que hacen que los ciudadanos de a pie la envidiemos locamente.
La casa está inspirada en cierto estilo oriental, a juzgar por los materiales elegidos y los acabados oscuros combinados con la piedra. Empezamos nuestro recorrido por el salón, que tenéis sobre estas líneas, donde lo que más destaca es el piano blanco sobre las paredes oscuras. Los sofás de terciopelo violeta, me encantan porque tienen pinta de ser muy cómodos. Si os fijáis, la lámpara que hay en primer plano está sobre una supermaleta que hace las veces de mesa, cosa que me encanta. En la pared contraria a esta imagen, que está en la galería, podéis ver un pequeño estanque interior con peces de colores, exquisitamente iluminado.
En otra parte de la casa, tenemos una barra en la que seguro que celebrará fiestas con sus amigos, junto con una espectacular mesa de billar en el mismo morado que hemos visto antes en vez del tradicional verde. El ventanal se abre sobre la ciudad consiguiendo unas vistas espectaculares que ya quisiera yo para mí. En esa misma zona, tiene también una chimenea para hacer más romántico el ambiente si cabe.
Me llama mucho la atención el uso que le ha dado a las luces en toda la casa, haciendo decorativa de verdad la iluminación y aplicando el color justo en el lugar preciso que más falta hacía, con lámparas en el techo, halógenos escondidos y todo tipo de lámparas de pie y luces indirectas.
Como en otras ocasiones, nos encontramos con una mansión con su piscina, su jardín y todos los complementos que hacen que los ciudadanos de a pie la envidiemos locamente.
La casa está inspirada en cierto estilo oriental, a juzgar por los materiales elegidos y los acabados oscuros combinados con la piedra. Empezamos nuestro recorrido por el salón, que tenéis sobre estas líneas, donde lo que más destaca es el piano blanco sobre las paredes oscuras. Los sofás de terciopelo violeta, me encantan porque tienen pinta de ser muy cómodos. Si os fijáis, la lámpara que hay en primer plano está sobre una supermaleta que hace las veces de mesa, cosa que me encanta. En la pared contraria a esta imagen, que está en la galería, podéis ver un pequeño estanque interior con peces de colores, exquisitamente iluminado.
En otra parte de la casa, tenemos una barra en la que seguro que celebrará fiestas con sus amigos, junto con una espectacular mesa de billar en el mismo morado que hemos visto antes en vez del tradicional verde. El ventanal se abre sobre la ciudad consiguiendo unas vistas espectaculares que ya quisiera yo para mí. En esa misma zona, tiene también una chimenea para hacer más romántico el ambiente si cabe.
Me llama mucho la atención el uso que le ha dado a las luces en toda la casa, haciendo decorativa de verdad la iluminación y aplicando el color justo en el lugar preciso que más falta hacía, con lámparas en el techo, halógenos escondidos y todo tipo de lámparas de pie y luces indirectas.
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